
La iniciativa partía de la Concejalía del distrito Palma-Palmilla, que desde hace tres años tiene el deseo de que los cerca de 1.000 niños de este distrito que no esperan recibir un regalo por Reyes no pierdan la ilusión ni la sonrisa en estas fechas. «Hemos recaudado más del doble que en la pasada edición», confesaba emocionada la concejala Mercedes González.
Al acto asistieron como narradores de excepción algunas de las caras más conocidas del actual panorama social, musical, político y periodístico. Todos querían aportar su 'granito de arena' a la solidaria iniciativa.
No sólo leyeron cuentos
La estampa del teatro era de lo más acogedora. El patio de butacas estaba a rebosar de niños desde casi una hora antes del comienzo del espectáculo. Los más pequeños saltaban entre los sillones y se retorcían de impaciencia. Ni siquiera la animación de un grupo de payasos calmaba las ansias de ver y escuchar a sus ídolos. Con un ligero retraso aparecieron sobre el escenario los presentadores, Carmen Abenza y Domi del Postigo. En el primer bloque llegó una de las grandes sorpresas de la mañana. Nuria Fergó y Pasión Vega no pudieron desoír las peticiones del público y se arrancaron con unos ritmos 'a capella'. La nerjeña entonó 'Quiéreme', su último 'single', mientras que Pasión Vega encogió las gargantas de todos con una brillante improvisación del villancico 'Los campanilleros'.
Con cada 'érase una vez' el público asistente se emocionaba y gritaba sin parar. Los cuentos más famosos de la literatura universal fueron entonados ayer por unos narradores muy peculiares. No por clásico, 'Caperucita Roja' dejó de ser uno de los más divertidos. Fran Perea, Pablo Puyol y Dafne Fernández ('UPA Dance') se encargaron de reinterpretar el archiconocido relato, dándole un toque de humor y picardía.
Melody y el eurojunior Sergio pusieron la guinda infantil con la lectura de 'Los tres cerditos'. La veteranía la aportó la actriz María Galiana, que leyó junto a la modelo y actriz malagueña Remedios Cervantes el cuento 'El hada del manantial'.
Las cuentos se intercalaron con actuaciones teatrales y musicales de grupos de escolares. La fiesta solidaria se prolongó hasta cerca de las tres de la tarde. Un 'remix' de diversos villancicos, entonado por todos los invitados, puso fin al mini-maratón.