Málaga vive con devoción la noche de ‘Operación Triunfo’. Diario Sur Málaga
Nuria Fergó y Manu Tenorio pusieron el acento andaluz a la noche con un tema a dúo. Los 16 componentes culminaron el recital con Europe’s Living a Celebration’ y ‘A tu lado’
CARMEN MARTÍN MÁLAGA
Jóvenes, guapos y con el éxito en el bolsillo, los chicos de ‘Operación Triunfo’ encendieron los ánimos de los 18.000 espectadores que anoche se congregaron en el recinto portuario para corear los temas que estos nuevos ídolos del panorama musical han rescatado de los baúles y aquellos que comienzan a ser éxitos de ventas.
«Muchísimas gracias, Málaga, por estar acompañándonos». Las palabras de Juan, el primero en salir a escena en solitario, fueron un aliciente para el espíritu de un público absolutamente hipnotizado, pese al frío y la amenaza de lluvia, por los chicos del concurso televisivo del año.
Tesón sobre el escenario
Un ejemplo de la fuerza en el escenario de estas promesas de la música fue la tempestuosa irrupción en escena de Rosa, Chenoa, Gisela, Mireia, Verónica, Natalia, Geno y Nuria Fergó, que deleitaron a los allí presentes con el tema ‘Lady Marmalade’, de la banda sonora de la película ‘Moulin Rouge’.
Gritos, pasiones, temblores en las piernas... la noche se despertaba al sonido de la música para continuar con ocho jóvenes que también pisan fuerte sobre la tarima. Naim, Manu, Juan, Javián, Bustamante, Bisbal, Alex y Alejandro pusieron la nota nostálgica con una balada que se clavó directamente en los corazones de todos los malagueños.
El chico más rockero de la academia, Alejandro, dedicó su tema a la nerjeña Nuria Fergó, que se convirtió en la improvisada homenajeada de la noche por las continuas dedicatorias de sus compañeros de escenario.
La provocación la puso Natalia. La joven que triunfa con ‘Vas a volverme loca’ llenó de melodías el auditorio, pero sobre todo, elevó la temperatura del ambiente con sus movimientos de caderas y su ombligo al descubierto.
Ritmo también llevaban en la sangre los componentes de Fórmula Abierta, la formación surgida de cuatro de los participantes del concurso. Geno, Álex, Mireia y Javián alabaron el olor marino de la tierra malagueña y dieron paso a Gisela.
Todo iba encaminado al gran momento del encuentro con Nuria Fergó, vivamente aclamada para satisfacer el ansia de la espectacular audiencia. Pero la estrella natural de noche se iba a retrasar aún un poco.
Nadie mejor que Naim, con su cuerpecillo de bufón o de ‘showman’, según se mire, para hacer olvidar a la de Nerja durante unos minutos. A él le había correspondido el honor de actuar en solitario, aunque no se privó de salir acompañado de unos elegantes bailarines, de los que se contornean al principio y al final de los programas de televisión.
Aún faltaba Nuria
La audiencia ya había disfrutado de casi todos, pero aún faltaba Nuria. Entre ella y el ansioso público se cruzó Verónica, que pasó la prueba con suficiencia pese a que era la ‘maltratada’ del grupo. También era cierto que la enfervorecida multitud necesitaba reposar su ímpetu desmedido durante casi una hora. Su belleza dulce y cercana le han dado muchos enteros y no lo iba ser menos esta vez, que llegó a provocar el éxtasis de miles de adolescentes enamorados.
La guapa concursante se mantuvo con dignidad en la cuerda floja que se le pone a sus pies cada vez que le corresponde situarse en primera línea con el micrófono, simplemente porque su timbre de voz es diferente al estándar aceptado por los inquilinos de la academia. Pero pronto saltó Bustamante a rescatarla, y ambos hicieron un emotivo dúo que gustaría a cualquier cazatalentos de Hollywood en busca de bandas sonoras.
‘Busta’ se quedó sólo en una emocionante transición hacia lo que todo el mundo estaba esperando. Nuria Fergó apareció como una reina, aclamada por su súbditos borrachos de euforia.
Su simple salida hubiese bastado, sin necesidad de esbozar siquiera una simple melodía. Parecía prescrito que Andalucía tuviera un hueco reservado para sus nuevos ruiseñores, de tal modo que Nuria protagonizó el siguiente número con Manu Tenorio, un dúo con mucho sentimiento y algunos gorgoritos del sevillano.
La balada, un tema de corte andaluz, se impuso durante un tiempo más o menos prolongado, roto por un voluminoso ‘ten con ten’ entre Chenoa y Rosa, otra estrella cuyo descenso del cielo se esperaba. Veinte canciones hubo que aguardar para verla en el escenario desplegando su inabarcable voz. A partir de entonces las apariciones se fueron sucediendo con endiablada fluidez e infinitas combinaciones. Dúos, tríos, cuartetos, de todo.
La novedades cayeron de la parte de los afortunados que ya cuentan con disco. Fueron momentos de lucimiento y de íntima conexión con un público que en sólo unos meses ha asimilado las nuevas canciones de sus ídolos.
La recta final se resolvió en solidaria comunidad al compás de un ‘popurrí’ de Eurovisión, estilo caseta de la feria. Y todo para terminar con un explosivo ‘Europe’s living celebration’, el tema candidato. Un buen final si los triunfadores no hubiesen accedido a los bises suplicados por el público feliz, en el que no podia faltar el auténtico final, ‘A tu lado’.